El miedo al dentista es más habitual de lo que creemos. Por eso, no es raro escuchar a personas decir que llevan años sin acudir a la consulta del dentista. A veces, incluso, que no han ido nunca. O, que fueron una vez cuando eran niños, y desde entonces no han vuelto a pisar una clínica dental.
Cuando esto ocurre, normalmente no se debe a que tengan unos dientes perfectos y no lo necesiten, sino porque el miedo les llega a paralizar. Y es algo que está tan extendido que tiene hasta le han puesto un nombre.
El miedo al dentista
Se conoce como dentofobia, fobia dental o fobia a ir al dentista. Puede estar originado por una mala experiencia de jóvenes, porque se asocia al dolor o, incluso, estar relacionado con el miedo a las agujas.
La incertidumbre de no saber qué ocurre con nuestros dientes o cuánto nos puede costar un tratamiento también puede influir.
Pero lo cierto es que este miedo a acudir al dentista lo único que genera es un deterioro de la salud dental que puede provocar incluso la pérdida de dientes. No queremos asustarte, sino todo lo contrario. Tan sólo queremos ayudarte a afrontar estos temores que te impiden tener unos dientes, una boca e incluso un aliento perfecto.
¿Cómo superar el miedo al dentista?
Aquí te dejamos 7 consejos para ayudarte a vivir sin miedo al dentista.
- Lo primero de todo, no te avergüences de tu miedo. Muchas personas lo tienen y es más común de lo que parece. Tienes que reconocer y encontrar la causa del tuyo en particular. Una vez que lo hayas reconocido, afróntalo, háblalo con tus allegados, podrán contarte su versión y contrastar experiencias.
Cuéntaselo también a tu dentista para que puedan afrontar el miedo juntos y atajarlo con delicadeza. - Es importante que tengas en cuenta que los procedimientos dentales han mejorado mucho, olvida ese mal recuerdo que tienes; los días de los taladros medievales y las enormes agujas de anestesia quedaron atrás. Ahora todo es mucho más acogedor y ya no existe ese olor tan característico.
- Coge una primera cita en la que únicamente recibas información y puedas conocer la consulta, al equipo y al dentista que te va a tratar. Así también tendrás la posibilidad de ver cómo actúan otros pacientes. Acude a esta cita acompañado de un amigo o familiar.
- Si tu miedo es al coste económico, pregunta por formas de pago y financiación y sal de la consulta con todas las dudas resueltas.
- Empieza con procedimientos simples como una limpieza dental y luego prosigue con procedimientos serios como la endodoncia o los rellenos en la medida que puedas; esto te ayudará a construir una relación de confianza con tu dentista.
- Distráete con medios distintos. Puedes usar una variedad de medios para distraerte durante una visita al dentista. Estar escuchando música o llevar una pelotita anti estrés puede relajarte y reducir tus miedos.
- Prevén problemas dentales serios con visitas regulares. Al hacerte limpiezas y chequeos frecuentes, no solo te ayudarás a ti mismo a superar tu miedo al dentista, sino que también prevendrás condiciones de salud oral serias.
Es contraproducente y contraintuitivo
Tener algo de miedo no siempre es malo. Por ejemplo, el miedo al fuego nos evita quemarnos. El miedo a ir al dentista es uno de esos temores que juegan en nuestra contra.
El origen de este suele estar originado, como hemos visto, por alguno de estos cuatro motivos:
- Temer al dolor que nos pueda producir una intervención.
- Estar preocupado por perder algún diente.
- Pensar que el tratamiento dental puede ser muy caro.
- Haber tenido una mala experiencia previa.
Pues la realidad es que el miedo lo único que hace es empeorarlos y empeorar nuestra salud bucodental. La realidad es que venir al dentista al final es un acto rutinario. Para mantener la boca limpia, hay que cepillarse los dientes al menos tres veces al día, usar el hilo dental y acudir al dentista una o dos veces al año (como norma general, en bocas sanas sin periodontitis). Si hacemos esto, veamos cómo afecta los tres causantes que veíamos anteriormente:
- No debemos temer una intervención dolorosa, porque con las limpiezas y revisiones periódicas se llevará un control adecuado de la boca.
- Quitar o perder un diente suele ser la última opción. Cuando se acude a las revisiones, se pueden detectar caries, pérdidas de hueso o cualquier otra afección y se pueden atajar antes de que deriven en una posible pérdida de piezas dentales.
- El coste de los tratamientos aumenta con la complejidad de los mismos. Cuando se mantienen los problemas a raya con un adecuado mantenimiento, no debemos preocuparnos tampoco de los precios. Si se acude a una limpieza dental dos veces al año, será más difícil perder algún diente y acabar necesitando implantes dentales.
- No todas las clínicas dentales son iguales. En Clínica Aparicio estamos absolutamente centrados en el bienestar del paciente. Cuidamos cada detalle para que tu visita sea lo más agradable posible. Un dentista comprensivo y cariñoso puede ayudarte a dejar atrás una posible mala experiencia. Ven a probar.
Clínica Dental Aparicio, te ayudamos a perder el miedo al dentista
Por último, te dejamos nuestro mejor consejo de cómo superar el miedo al dentista: Ven a vernos y convéncete por ti mismo. Trabajamos en un ambiente cercano, con profesionales cariñosos y dedicados.